Capítulo 2: El Pueblo Olvidado
Tras lo que parecieron horas caminando sin rumbo, Elena encontró algo inesperado: un pequeño pueblo. Las casas eran viejas, algunas en ruinas, y no había señales de vida por ninguna parte. "¿Cómo es posible que haya un pueblo aquí?", pensó, recordando que ningún mapa mencionaba una aldea en el interior del bosque.
Se acercó a una de las casas, empujando suavemente la puerta, que se abrió con un chirrido. El interior estaba cubierto de polvo y telarañas, como si nadie hubiera vivido allí en décadas. Sin embargo, en la mesa del comedor había platos y cubiertos, como si alguien hubiera abandonado la comida a medio comer. Todo estaba congelado en el tiempo.
Elena sintió un escalofrío recorrer su espalda. Se dio la vuelta rápidamente al escuchar un golpe suave, pero no había nadie allí. Justo cuando pensaba en dejar la casa, vio algo en la pared: una fotografía enmarcada, cubierta de polvo. Al limpiarla con la manga, su sangre se heló.
En la foto, junto a una familia que no reconocía, estaba ella. Su rostro, su ropa, su expresión. "¿Cómo es esto posible?", murmuró, sin comprender lo que estaba viendo. Decidió salir de la casa de inmediato, pero cuando llegó a la puerta, ya no estaba sola.
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